¿Qué es el tronco arterioso?
En condiciones normales, son dos los vasos sanguíneos principales que parten del corazón: uno es la aorta, que distribuye la sangre al cuerpo; el otro es la arteria pulmonar, que lleva la sangre a los pulmones.
En lugar de tener la arteria pulmonar y la aorta separadas, cada una con su válvula de tres valvas, los bebés con tronco arterioso tienen un único vaso sanguíneo grande troncal que sale del corazón. Este luego se ramifica en vasos sanguíneos que van a los pulmones y al cuerpo.
Este vaso grande, normalmente, tiene una sola válvula grande. Puede tener entre dos y cinco valvas. Por lo general, está situado sobre ambos ventrículos: izquierdo y derecho. La parte superior de la pared que separa estas dos cavidades no está presente, lo que genera una comunicación interventricular (CIV). En casos poco frecuentes, no hay una comunicación interventricular.
Signos y síntomas del tronco arterioso
Un bebé que tiene tronco arterioso comienza a presentar problemas durante la primera semana de vida. Suele tener un nivel de oxígeno menor que el normal, lo que le provoca cianosis (color azulado en la piel) (enlace solo disponible en inglés).
Dado el gran volumen de sangre que circula hacia los pulmones con esta comunicación, el bebé desarrolla insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) (enlace solo disponible en inglés) en la primera o segunda semana de vida. En una radiografía de tórax (enlace solo disponible en inglés), el corazón se ve grande y la zona de los pulmones se ve turbia. Esto indica una sobrecirculación pulmonar (sangre adicional a los pulmones).
Los signos de insuficiencia cardiaca congestiva son respiración acelerada, sibilancias, dificultades para alimentarse, gruñidos o respiración muy ruidosa, mayor esfuerzo para respirar (se hunde la piel entre las costillas, aleteo nasal) y agitación.
El hígado también puede estar agrandado. Con frecuencia, los padres informan que el bebé presenta respiración acelerada, mala alimentación y color azulado en la piel. Los signos y síntomas suelen empeorar cuando se alimenta.
Diagnóstico del tronco arterioso
Se puede sospechar de este diagnóstico a partir de un examen físico. Un ecocardiograma (enlace solo disponible en inglés) confirmará la presencia del tronco arterioso.
Este defecto cardiaco también puede diagnosticarse mediante ecocardiogramas fetales. Es uno de los defectos cardiacos que se detectan en ecografías exploratorias. El diagnóstico temprano del defecto permite intervenir rápidamente al momento del nacimiento.
Obtenga más información sobre nuestro Programa Cardiaco Fetal (Fetal Heart Program) (enlace solo disponible en inglés).
Se puede hacer un cateterismo cardíaco (enlace solo disponible en inglés) en ocasiones poco frecuentes si la anatomía parece muy inusual.
Tratamiento del tronco arterioso
El tratamiento inicial consiste en estabilizar al bebé. Se suelen administrar medicamentos para controlar la insuficiencia cardiaca congestiva. La cirugía se realiza una vez que el niño está estabilizado, durante las primeras semanas de vida.
La reparación quirúrgica del tronco arterioso implica el uso de la máquina de derivación cardiopulmonar como soporte vital. Se lleva a cabo en tres etapas:
- Se separan las arterias pulmonares del tronco principal.
- Se cierra la comunicación interventricular con un parche.
- Se crea una conexión entre el ventrículo derecho y las arterias pulmonares mediante un conducto (un tubo artificial).
Es necesaria la atenta observación del bebé en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiológicos (Cardiac Intensive Care Unit) (enlace solo disponible en inglés) mientras se recupera. Durante este periodo, es común que se usen ventilación mecánica, vías especiales de control y medicamentos intravenosos.
De forma gradual, a medida que el bebé se recupera de la cirugía, se van retirando los apoyos. El bebé comienza a recibir medicamentos por vía oral y a alimentarse nuevamente.
La estancia en el hospital, por lo general, varía entre una y tres semanas luego de la cirugía.
Tratamiento del tronco arterioso: resultados
El cardiólogo debe hacer un seguimiento del paciente durante su crecimiento. Es necesario que se hagan ecocardiogramas y electrocardiogramas.
Por lo general, el niño no tiene ninguna restricción física. Es posible que el conducto deba reemplazarse a medida que el niño crece, porque el tubo artificial no crece con el niño y le quedará cada vez más pequeño. Esto puede hacerse mediante procedimientos mínimamente invasivos en el laboratorio de cateterismo cardiaco. Más adelante, el niño necesitará una cirugía a corazón abierto para reemplazar el conducto que conecta el ventrículo derecho con la arteria pulmonar por otro más grande.
En general, estas cirugías son muy bien toleradas y la hospitalización es de menos de una semana.
Los problemas que causa la válvula troncal son más graves y pueden afectar mucho la calidad de vida inmediata y posterior del niño. Cuanto más estrecha sea la válvula o cuanto mayor sea la fuga, mayores serán las probabilidades de que se necesite una intervención (en promedio, en un término de cinco a siete años) para evitar que el corazón sufra un daño grave.
Manejo en la adultez y la adolescencia
Los pacientes adultos con tronco arterioso pueden encontrarse en dos situaciones. Pueden seguir estando cianóticos (con color azulado) y tener siempre una presión arterial muy alta en los pulmones. Esta presentación es muy poco frecuente ya que la mayoría de los pacientes son diagnosticados en la infancia cuando presentan síntomas de insuficiencia cardiaca. Necesitarán atención y seguimiento médico de por vida.
La segunda situación es haberse sometido a una reparación quirúrgica en la niñez. Esos pacientes necesitan el seguimiento de por vida de su médico. Muchos tienen conductos valvulares que conectan las cavidades derechas del corazón con las arterias pulmonares. Estos conductos fallan con el tiempo. Un especialista debe evaluar su estado y determinar cuál es la mejor manera de proceder. Muchos pacientes operados presentan anomalías menores en la válvula troncal. Estas pueden ocasionar filtraciones importantes que provocan el agrandamiento de las cavidades izquierdas del corazón y la necesidad de reemplazar la válvula..
En algunos adultos, el tronco arterioso es de origen genético. Es importante identificar si esto es así a fin de abordar de manera adecuada otras inquietudes asociadas a la anomalía genética.
Comuníquese con el Instituto del Corazón (Heart Institute) de Cincinnati Children's Hospital (enlace solo disponible en inglés).