¿Qué es la laringomalacia?
La laringomalacia es el tejido blando ubicado por encima de las cuerdas vocales que cae en las vías respiratorias cuando un niño inspira.
- Es la causa más frecuente de respiración ruidosa (estridor) en bebés y niños.
- Es el defecto congénito más común del órgano de la voz (la laringe).
- Se desconocen la causa y el motivo por los que el tejido es blando. Lo más probable es que la parte del sistema nervioso que da tono a las vías respiratorias no se haya desarrollado por completo.
Diagnóstico de la laringomalacia
El médico de su hijo(a) puede sospechar que tiene laringomalacia con solo obtener sus antecedentes médicos. Sin embargo, la afección se confirma mediante un examen clínico y una laringoscopia flexible.
Laringoscopia flexible
Esta prueba es necesaria para confirmar un diagnóstico. Se coloca una sonda con una luz por la nariz o la boca para observar la laringe. El médico examina la posición del tejido situado por encima de la laringe para determinar si es blando. Al mismo tiempo, busca otros problemas en la garganta o la laringe que puedan causar la respiración ruidosa.
Durante la prueba de su hijo(a) en la Clínica de Otorrinolaringología (ENT Clinic) en Cincinnati Children’s Hospital Medical Center, la sonda con luz se conecta a una cámara de televisión para que los padres o cuidadores puedan cómo está la laringe. Mientras observa la laringe, el médico puede pedirle que alimente a su bebé con un biberón para ver qué tan bien se alimenta, sobre todo si tiene antecedentes de atragantamiento con comida o regurgitación.
Radiografías de cuello y tórax
Algunos niños pueden tener otros problemas que hacen que la respiración sea ruidosa. Las radiografías pueden detectar otras posibles causas de respiración ruidosa en las vías respiratorias superiores, la tráquea, el tórax y los pulmones. Si estas pruebas tienen resultados anormales, el médico puede recomendar más estudios.
Pruebas y procedimientos
Prueba de impedancia
Hay un fuerte vínculo entre la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y la laringomalacia. Todos los bebés tienen reflujo, pero los niños con laringomalacia pueden tener más que otros bebés. Si el reflujo ácido alcanza la parte superior del tubo de deglución (esófago) y la región de la laringe, puede causar una inflamación adicional del tejido blando que se observa en la laringomalacia.
La prueba de reflujo gastroesofágico (prueba de impedancia intraluminal multicanal) se realiza para detectar y registrar la cantidad de veces que el contenido estomacal regresa al esófago y la relación de estos episodios con los síntomas (por ejemplo, cuando un niño llora, se arquea, tose, tiene náuseas, vomita, tiene dolor en el pecho). También determina si el contenido es ácido o no y cuánto tiempo permanece en el esófago.
Por la nariz, se introduce una sonda delgada y liviana, que contiene un sensor de ácido y seis o siete sensores metálicos, hasta llegar a la parte inferior del esófago. La sonda de impedancia se conecta a un grabador que el paciente llevará consigo durante todo el estudio. El personal de Vida Infantil (Child Life) puede ser un recurso útil para ayudar al paciente y al personal durante la colocación de la sonda, ya que puede ser un procedimiento incómodo si el niño está despierto.
Microlaringoscopia y broncoscopia
Esta prueba la realiza el cirujano otorrinolaringólogo en la sala de operaciones con anestesia general. El médico observa la laringe y la tráquea con telescopios. Además, puede recomendar esta prueba si la prueba radiográfica muestra algo anormal o si considera que puede haber otros problemas en las vías respiratorias.
Esofagogastroduodenoscopia (EGD)
La EGD es una prueba diagnóstica que se realiza en la sala de operaciones con anestesia general. El gastroenterólogo examina el esófago y el estómago de su hijo(a) con una sonda con luz.
Durante la EGD, el médico busca signos de inflamación crónica por irritación ácida que puede producirse en el estómago o el esófago. El médico puede recomendar esto si el monitoreo de pH es significativamente anormal o si hay una clara sospecha de ERGE importante según los antecedentes y el examen clínico.
Signos y síntomas de la laringomalacia
Los bebés con laringomalacia tienen una respiración ruidosa e intermitente al inhalar. Se agrava con la agitación, el llanto, las emociones, la alimentación o la posición/el hecho de dormir boca arriba. Estos síntomas suelen estar presentes desde el nacimiento y, en general, se manifiestan en los primeros 10 días de vida. Sin embargo, es probable que bebés de hasta 1 año de edad tengan respiración ruidosa.
Los síntomas suelen aumentar o empeorar durante los primeros meses posteriores al diagnóstico, generalmente entre los 4 y los 8 meses de edad. La mayoría de los niños superan la respiración ruidosa (estridor) entre los 12 y los 18 meses de edad.
Otros síntomas asociados incluyen los siguientes:
- Poco aumento de peso
- Dificultad para comer
- Vómitos o regurgitación
- Atragantamiento con comida
- Deja de respirar
- Retracciones en el pecho o cuello (el pecho o el cuello se hunden con cada respiración)
- Coloración azulada de la piel
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) (regurgitación de ácido del estómago)
Categorías de laringomalacia
Laringomalacia leve
Los bebés de esta categoría tienen laringomalacia no complicada con respiración ruidosa típica al inhalar, sin eventos obstructivos importantes de las vías respiratorias, problemas de alimentación ni otros síntomas asociados con laringomalacia. Estos bebés tienen una respiración ruidosa que resulta molesta para los cuidadores, pero no causa otros problemas de salud. Estos pacientes suelen superar el estridor entre los 12 y 18 meses de edad.
Aunque su hijo(a) puede tener laringomalacia leve, es importante prestar atención a todo signo o síntoma que empeora.
Laringomalacia moderada
Los bebés de esta categoría tienen los siguientes síntomas:
- Respiración ruidosa al inhalar
- Vómitos o regurgitación
- Obstrucción de las vías respiratorias (debido al tejido blando de la laringe)
- Dificultades de alimentación sin poco aumento de peso
- Antecedentes de síntomas en las vías respiratorias lo suficientemente graves como para justificar varias visitas a la sala de emergencia u hospital
- ERGE Estos pacientes también suelen superar el estridor entre los 12 y los 18 meses de edad, pero es probable que requieran tratamiento para la ERGE.
Aunque su hijo(a) puede tener laringomalacia moderada, es importante prestar atención a todo signo o síntoma que empeora.
Laringomalacia grave
Los pacientes de esta categoría suelen requerir cirugía para el tratamiento y para disminuir el grado de los síntomas. El médico puede recomendar una cirugía si su hijo(a) tiene alguno de los siguientes síntomas:
- Apnea que pone en riesgo la vida
- Episodios importantes de coloración azulada de la piel
- Retraso del crecimiento con dificultad para alimentarse
- Retracciones importantes de la pared torácica y del cuello durante la respiración
- Necesidad de oxígeno para respirar
- Problemas cardiacos o pulmonares como resultado de la falta crónica de oxígeno
Tratamiento
Cuando se trata la laringomalacia, existen dos opciones de cirugía:
- Lo más probable es que el médico le recomiende una supraglotoplastia. El tejido blando innecesario de la laringe se quita en la sala de operaciones mientras su hijo(a) está bajo anestesia general. Es posible que, después de la cirugía, a su hijo(a) se le coloque un tubo de respiración en la nariz hasta la laringe durante al menos una noche.
También es posible que sea necesario someter a su hijo(a) a esta operación más de una vez. Puede que la operación no elimine la respiración ruidosa por completo, pero la respiración de su hijo(a) debería mejorar y, tal vez, disminuirá el ruido. La otra opción quirúrgica es la colocación de un tubo de traqueostomía en la tráquea para evitar el tejido blando de la laringe. Es muy poco frecuente que se realice esta operación para la laringomalacia. Antes de recomendar la traqueostomía, el cirujano intentará realizar la supraglotoplastia si es adecuada y posible para su hijo(a). Hay circunstancias y otros problemas de salud que hacen que la traqueostomía sea la opción de cirugía recomendada.
Si su hijo(a) se somete a una operación, es posible que aún requiera tratamiento para el reflujo gastroesofágico durante y después de la operación. También es importante controlar a su hijo(a) para detectar si los signos y síntomas de la laringomalacia empeoran.
Llame al médico de su hijo(a) si ocurre lo siguiente:
Lleve a su hijo(a) al hospital en estos casos:
- Deja de respirar durante más de 10 segundos.
- Se observa una coloración oscura o azulada alrededor de los labios asociada con respiración ruidosa.
- Tiene retracciones en el pecho o cuello que no se detienen al cambiarlo(a) de posición o al despertarlo(a).
Informe al médico de su hijo(a) si ocurre lo siguiente:
- Tiene dificultad para retener la comida y la regurgita todo el tiempo.
- Pierde peso o no aumenta de peso.
- Comienza a alimentarse menos y se cansa fácilmente en medio de la alimentación.
- Comienza a atragantarse con la comida.
- Tiene dificultades entre comer y respirar.