¿Qué es la hiperalgesia visceral?

La hiperalgesia visceral es un aumento de la sensibilidad al dolor en los órganos internos del cuerpo, como el estómago, el páncreas o los intestinos.

¿Cuáles son las causas de la hiperalgesia visceral?

En general, el aumento de la sensibilidad aparece cuando algo provoca irritación en un sistema de órganos en particular. La irritación puede producirse después de un virus, una enfermedad o una lesión, pero a veces no hay una causa evidente.

Las zonas del estómago y de los intestinos suelen ser las que se irritan y provocan dolor. El dolor vuelve hipersensibles a los nervios de estas zonas. Luego, estos nervios envían una señal al cerebro y le comunican que acciones que no suelen ser dolorosas, como comer y beber, ahora provocan dolor. Los nervios siguen enviando la señal de dolor al cerebro durante un periodo prolongado.

¿Cuáles son los síntomas de la hiperalgesia visceral?

Los pacientes sienten dolor, que describen de numerosas maneras. Puede ser punzante, sordo o urente (ardor). También puede ser constante o intermitente.

Es posible que los pacientes también tengan otros síntomas, por ejemplo:

• estreñimiento
• hinchazón
• diarrea
• náuseas y vómitos

¿Cómo se diagnostica la hiperalgesia visceral?

No hay una prueba específica para diagnosticar la hiperalgesia visceral. Por lo general, se diagnostica después de que se hacen pruebas por otras causas que arrojan resultados negativos. Los pacientes siempre deben contar con antecedentes médicos completos y someterse a un examen médico para ayudar a diagnosticar esta afección.

¿Cómo se trata?

El tratamiento se centra en distintos métodos para ayudar a tratar el dolor. Un psicólogo especializado en dolor enseñará a los pacientes cómo aliviar la respuesta del dolor. Es posible que el médico también les recete algunos medicamentos para calmar el sistema nervioso.

Un psicólogo especializado en dolor hará lo siguiente:

• Utilizará la biorretroalimentación para disminuir o aliviar la respuesta del dolor.
• Enseñará al paciente habilidades de relajación que contribuirán al alivio del dolor.
• Hará recomendaciones para que el paciente pueda seguir asistiendo a la escuela y pueda continuar con sus otras actividades habituales durante el periodo de recuperación.
• Enseñará al paciente y a la familia cómo afrontar los efectos estresantes del dolor crónico.

A veces, se recetan medicamentos para calmar la respuesta del sistema nervioso cuando las actividades típicas, como comer, generan una sensación de dolor. Estos medicamentos pueden ser:

• Amitriptilina (amitriptyline) (Elavil) o nortriptilina (nortriptyline) (Pamelor): antidepresivos que alivian el dolor
• Gabapentina (gabapentin) (Neurontin) o pregabalina (pregabalin) (Lyrica): reducen la neuralgia

Los analgésicos habituales no alivian este tipo de dolor. No se utilizan analgésicos fuertes, como los opioides, porque pueden ralentizar el sistema digestivo y provocar más dolor.