¿Qué es un anillo vascular?
Un anillo vascular es un tipo de anomalía congénita (que está presente al nacer). Ocurre cuando los vasos normales están mal ubicados, lo que puede ejercer presión sobre el esófago o las vías respiratorias.
Resumen del gráfico de anillos vasculares.
Estos vasos, denominados arterias, llevan la sangre al cuerpo o a los pulmones, o tanto al cuerpo como a los pulmones. Los tres tipos de anillos vasculares más comunes son: 1) arco aórtico doble, 2) arco aórtico derecho con conexión anómala de la arteria subclavia izquierda y 3) “sling” de la arteria pulmonar.
Los anillos vasculares son de distintos tipos. Pueden afectar el arco aórtico, lo que provoca la formación de un anillo alrededor de la tráquea y el esófago. Algunos afectan las arterias que llevan sangre a los pulmones.
La aorta es la arteria más importante y su función es distribuir el oxígeno por todo el cuerpo. Durante el desarrollo del bebé, puede ocurrir que algunas partes del arco no se formen de manera correcta.
Los dos tipos más comunes de anillos vasculares completos son el arco aórtico doble simétrico y el arco aórtico derecho con conexión anómala de la arteria subclavia izquierda.
El ligamento arterial izquierdo (tejido cicatricial que se forma como remanente del conducto arterial en las primeras tres semanas de vida) completa el anillo vascular.
Problemas causados por los anillos vasculares
Cuando existe un anillo vascular, se observa un número de síntomas. Algunos anillos vasculares no se pueden detectar antes del nacimiento.
Muchos pacientes no tienen ningún síntoma o solo presentan síntomas leves. Normalmente, cuando se detecta un anillo vascular en un paciente de menos de 6 meses de edad es porque presenta respiración ruidosa (estridor). También puede observarse que empeora la dificultad para respirar al alimentarse o cuando tiene una infección de las vías respiratorias superiores.
Los síntomas de las anomalías del arco aórtico doble suelen presentarse antes que los del arco aórtico derecho. Los niños no suelen presentar problemas para tragar en los primeros meses de vida. Sin embargo, es más común que los niños más grandes tengan dificultades para tragar o que se ahoguen. Estos son los principales síntomas que presentan. Puede ocurrir que se detecte el anillo vascular de casualidad durante una evaluación por un problema que no tiene relación con la anomalía.
Diagnóstico del anillo vascular
El examen físico (enlace solo disponible en inglés) puede permitir la caracterización de la “respiración ruidosa”. De esta forma, se puede diferenciar este problema de otros más comunes, como el asma.
Si hay un anillo vascular, la respiración ruidosa puede escucharse tanto al inhalar (tomar aire) como al exhalar (soltar el aire), mientras que en el asma, el ruido se produce al terminar de exhalar.
En ocasiones, al realizar un examen físico, se detecta pulso débil en un brazo o en las piernas. Escuchar el pecho para detectar soplos (enlace solo disponible en inglés) suele ser parte de la evaluación.
Suele hacerse una radiografía de tórax (enlace solo disponible en inglés) como parte de la evaluación inicial. Si el arco aórtico está del lado derecho, se debe sospechar la presencia de un anillo vascular. Identificar el arco aórtico en la radiografía común puede resultar difícil en algunos niños.
Los pacientes que presentan dificultades para tragar deben someterse a una esofagografía como primera evaluación (un estudio en el que el paciente bebe un líquido que contiene bario). Por lo general, en este estudio se observa una compresión anormal de la parte media del esófago.
Si la esofagografía muestra las características habituales de un anillo vascular y la radiografía de tórax muestra un arco aórtico del lado derecho, es probable que se confirme el diagnóstico de anillo vascular. Se suele indicar un ecocardiograma (una ecografía del corazón) para evaluar la anatomía del arco aórtico y las arterias que se originan en este.
Con frecuencia, se solicita una tomografía computarizada o una resonancia magnética de tórax para ver la relación entre los vasos, la tráquea y el esófago.
Cuando los síntomas respiratorios son moderados a graves, puede hacerse una broncoscopía.
Tratamiento del anillo vascular
La cirugía para dividir el anillo vascular está indicada en todos los casos sintomáticos.
La meta de la cirugía de anillo vascular es garantizar que la sangre pueda circular por los vasos libremente y evitar la compresión de la tráquea o el esófago. Cuando se abre el anillo al menos en una dirección, los síntomas se alivian.
En la mayoría de los casos, la cirugía se hace mediante una pequeña incisión en el lado izquierdo del pecho. Esto permite acceder al tórax por entre las costillas. En el caso de arco aórtico doble, el lado izquierdo del anillo (que suele ser el más pequeño) se divide en el punto donde ejerce presión sobre el esófago.
Si hay un arco aórtico del lado derecho y una arteria subclavia izquierda anormal, el ligamento arterioso (que era un vaso sanguíneo durante la gestación) se divide entre la aorta descendente y la arteria pulmonar. Normalmente, se requiere una hospitalización de uno o dos días después de la cirugía.
Tratamiento del anillo vascular: Resultados
Los síntomas pueden aliviarse por completo inmediatamente después de la cirugía.
En los bebés, puede aparecer cierto grado de traqueomalacia (enlace solo disponible en inglés) (flacidez de la tráquea), que puede observarse al hacer alguna actividad o cuando tienen una infección de las vías respiratorias superiores.
La dificultad para tragar, en general, mejora de manera gradual.
Manejo en la adultez y la adolescencia
No es común que se desarrolle un anillo vascular en la vida adulta. Cuando eso sucede, un cirujano se encarga de su evaluación y tratamiento. Si se somete a una reparación, el paciente normalmente deja de presentar síntomas y, por lo general, no es necesario que reciba seguimiento médico.