Obesidad hipotalámica (HyOb) (Hypothalamic Obesity)
El hipotálamo es una pequeña parte del cerebro que regula la sensación de hambre. Une las señales del intestino, las células adiposas y el cerebro. Nos alerta cuando tenemos hambre y cuando ya hemos ingerido suficiente comida.
La obesidad hipotalámica (hypothalamic obesity, HyOb) es una afección médica compleja. Puede aparecer a causa del crecimiento de tumores cerebrales poco frecuentes. También puede aparecer a causa de otros tipos de lesiones en el hipotálamo. El craneofaringioma es uno de los tumores que puede causar la HyOb.
¿Qué sucede en la obesidad hipotalámica?
Cuando el hipotálamo sufre una lesión, el cerebro y el intestino no logran comprender claramente las señales de uno y otro. El cerebro no puede “escuchar” los mensajes que le envía la grasa corporal, intentando indicarle que el cuerpo ya no tiene hambre. Esta mezcla en el cerebro hace que la persona se sienta todo el tiempo hambrienta. Entonces, la persona comerá cada vez más. El cuerpo almacenará energía adicional de los alimentos en forma de grasa. Esto puede llevar a la persona a aumentar entre 1 y 2 libras cada semana.
A medida que el peso continúa aumentando, el cuerpo comienza a almacenar grasa en lugares en los que usualmente no lo hace, como los músculos, el hígado y otros órganos importantes del abdomen o cerca de ellos. Esto dificulta el funcionamiento de estos órganos esenciales y puede perjudicar la salud de una persona.
Síntomas de la obesidad hipotalámica
Además de la sensación constante de hambre, la persona podría sentirse irritable o de mal humor debido a que el cuerpo está produciendo más insulina. La insulina es una hormona que produce el cuerpo para ayudar a controlar la comida.
Tratamiento de la obesidad hipotalámica
Algunos medicamentos han sido administrados con resultados positivos para tratar la obesidad hipotalámica.
También se ha descubierto que la cirugía de derivación gástrica ayuda a perder peso y controlar el hambre en personas que sufren de obesidad hipotalámica.
Luego de la cirugía, la persona comienza a perder peso. El cuerpo produce menos insulina. La sensación de hambre constante empieza a estar bajo control.
La cirugía para perder peso no es la mejor opción para todas las personas. Solo se la recomienda luego de que todos los otros planes para perder peso hayan sido ineficaces.