Temas de Salud
Hemangiomas infantiles

¿Qué es un hemangioma infantil?

Los hemangiomas infantiles son tumores vasculares no cancerígenos. Se trata de crecimientos anormales de las células que recubren la superficie interna de los vasos sanguíneos (células endoteliales). Son los tumores más comunes en la niñez. Los hemangiomas aparecen en aproximadamente 1 de cada 20 bebés. Los hemangiomas se dan con mayor frecuencia en bebés prematuros y en nacimientos múltiples, como mellizos y trillizos.

Los hemangiomas infantiles pueden ser visibles en el nacimiento o pueden no reconocerse hasta las primeras semanas o incluso meses de vida. La mayoría de los hemangiomas se notan entre las 2 y 3 semanas de edad. Pueden aparecer en cualquier área del cuerpo, pero la cabeza y el cuello son los lugares más comunes. Algunas lesiones son pequeñas y apenas visibles. Otras son grandes y se ven fácilmente. La mayoría de las personas tienen un solo hemangioma, pero algunos pacientes tienen varios.

No se conoce realmente la causa de los hemangiomas. No están relacionados con fármacos ni medicamentos que se hayan tomado durante el embarazo. No están relacionados con exposiciones en el ambiente que hayan podido ocurrir durante ese periodo. Los hemangiomas no son hereditarios.

Por lo general, los hemangiomas infantiles tienen primero un periodo de crecimiento (llamada “fase proliferativa”). Esta fase es seguida por un periodo de retracción (llamada “fase involutiva”). La mayoría de los hemangiomas comienzan su fase proliferativa poco después del nacimiento. Esta fase suele durar entre 4 y 9 meses (promedio de 6 meses). Cada lesión crece a un ritmo diferente. La fase involutiva es mucho más lenta y puede tardar hasta 10 años (sin ningún tratamiento). La mayoría de los hemangiomas desaparece por completo. Algunos no se retraen del todo y pueden dejar piel o tejido graso sobrante, decoloración de la piel o telangiectasia (pequeños vasos sanguíneos en la piel).

Los hemangiomas infantiles son diferentes de los congénitos. Los hemangiomas congénitos alcanzan su crecimiento completo en el nacimiento y no aumentan de tamaño, como los infantiles.

¿Qué aspecto tienen los hemangiomas infantiles?

Los hemangiomas infantiles se agrupan en superficiales, profundos o mixtos. Si la lesión está cerca de la superficie de la piel, se la llama “hemangioma superficial”. Si crece debajo de la piel, se considera un hemangioma profundo. Cuando hay componentes de lesiones superficiales y profundas, nos referimos a ellas como hemangioma combinado o mixto. Las lesiones superficiales tienen una apariencia de color rojo brillante, con relieve o parches planos sobre la piel. También pueden tener un área con textura que se ve como una fresa. Los vasos sanguíneos que salen de la lesión también pueden ser visibles sobre la piel o debajo de ella. Los hemangiomas profundos tienen el aspecto de una masa o un “bulto” con una coloración azulada o violácea. Como los hemangiomas profundos están debajo de la piel, podrían no notarse hasta varias semanas o meses después del nacimiento. Las lesiones combinadas pueden presentar una combinación en capas de una lesión roja sobre una masa azulada-violácea debajo de la piel. A medida que los hemangiomas se retraen, cambian de textura y de color. Con el tiempo, se vuelven más blandos, planos y menos rojos. Por lo general, la piel tiene un aspecto normal o casi normal una vez que el hemangioma desaparece por completo.

¿Cómo se diagnostican los hemangiomas infantiles?

El diagnóstico se hace mediante los antecedentes médicos y el examen físico. Se puede hacer una ecografía para confirmar el diagnóstico, pero no suele ser necesaria. A veces, se hace una resonancia magnética (MRI) o una tomografía computarizada (CT o CAT). Solo en circunstancias muy poco comunes es necesario hacer una biopsia de la lesión para confirmar el diagnóstico.

¿Cuáles son las posibles complicaciones?

La complicación a corto plazo más común es una úlcera (rotura de la piel). Las úlceras causan dolor y pueden ocasionar una infección en la piel. Las úlceras también pueden causar hemorragias. Esto suele durar poco tiempo y se puede controlar con una presión continua suave. Dependiendo del tamaño y la ubicación del hemangioma, podrían ocurrir otras complicaciones como distorsión de las características faciales o problemas de visión o respiración.

Algunos patrones de hemangiomas son más problemáticos. Es más probable que estos causen complicaciones. Un especialista en pediatría con experiencia en el tratamiento de hemangiomas infantiles debe evaluar a los niños con estos hemangiomas difíciles (se mencionan a continuación).

  • Los hemangiomas en la cara que parecen barba pueden afectar las vías respiratorias y causar problemas respiratorios.
  • Los hemangiomas de gran tamaño en la cara, el cuero cabelludo o el cuello se pueden asociar al síndrome PHACE. Este síndrome implica problemas en el cerebro, el corazón, los ojos y la pared torácica.
  • Los hemangiomas ubicados en la parte baja de la espalda y la columna vertebral pueden estar asociados a defectos de la columna vertebral.
  • Los hemangiomas que involucran la zona genital pueden estar vinculados a problemas genitales o urinarios.
  • Cuando una persona tiene múltiples hemangiomas en la piel, también podría tenerlos en el hígado.
  • Rara vez, los hemangiomas hepáticos grandes o numerosos pueden causar hipotiroidismo (hormona tiroidea baja) y, muy rara vez, causar problemas cardiacos o abdominales.

¿Mi hijo(a) debería recibir tratamiento?

La mayoría de los hemangiomas infantiles se retraen por completo y no requieren tratamiento. Las recomendaciones de tratamiento se basan en la edad del paciente, el tamaño y la ubicación del hemangioma, así como en cualquier complicación actual o potencial.

Podría quedar tejido graso o telangiectasia en la piel después de que el hemangioma se retraiga o desaparezca. En ese momento, podría recomendarse una cirugía o terapia con láser.

¿Cómo se controlan los hemangiomas?

Las opciones de control incluyen observación (sin tratamiento, pero con un monitoreo estricto), tratamiento con fármacos, terapia con láser y extirpación quirúrgica. También se puede utilizar una combinación de tratamientos.

  • Observación. En la mayoría de los casos, la mejor opción es la observación.
  • Tratamiento con fármacos. Para hemangiomas complicados en la fase proliferativa (crecimiento), se pueden usar medicamentos. El propósito es ralentizar el crecimiento y disminuir el tamaño de la lesión para prevenir más complicaciones. Entre los medicamentos se incluyen los siguientes:
    • Timolol: Este medicamento es un gel o solución que se aplica directamente sobre el hemangioma.
    • Propranolol: Este medicamento se toma por la boca.
    • Corticosteroides: Pueden aplicarse tópicamente en pequeñas lesiones, inyectarse en la piel o tomarse por la boca. Esta no es la primera opción para el tratamiento.
    • Otros: Se pueden utilizar medicamentos como sirólimus (sirolimus) o vincristina (vincristine) en casos de hemangiomas complicados que no se solucionan con otros tratamientos. Estos tratamientos deben administrarlos únicamente especialistas médicos con experiencia en hemangiomas.
  • Terapia con láser. La terapia con láser se usa para tratar hemangiomas ulcerados y telangiectasias superficiales de la piel residuales. Este tratamiento no es eficaz para detener el crecimiento del hemangioma.
  • Cirugía. Podría recomendarse cirugía para algunos pacientes, incluidos los siguientes:
    • Niños con hemangiomas dolorosos y ulcerados que no sanan.
    • Niños cuyas lesiones interfieren en su respiración o visión.
    • Personas con hemangiomas que no se retraen por completo.
    • Personas que quedan con cicatrices o deformidades inaceptables.
  • Cuidado de la herida. Los hemangiomas ulcerados pueden requerir un cuidado agresivo de las heridas, tratamiento con antibióticos tópicos o por la boca, terapia con láser o extirpación quirúrgica.

¿Cuáles son los riesgos y efectos secundarios del tratamiento?

Hay algunos riesgos y efectos secundarios para cada tratamiento.

  • Tratamiento con fármacos.
    • El timolol puede causar irritación en la piel.
    • El propranolol puede disminuir la frecuencia cardiaca, la presión arterial o el azúcar en la sangre. Estos efectos secundarios se controlan en el hospital (tratamiento en el hospital en lugar de tratamiento ambulatorio) cuando se comienza con los medicamentos.
    • Los efectos secundarios más comunes de los corticosteroides son irritabilidad, inflamación del rostro, irritación estomacal y problemas con el sueño.
  • Terapia con láser. La intervención temprana con terapia con láser puede causar algunas cicatrices y cambios en la pigmentación de la piel.
  • Cirugía. Queda una cicatriz que podría ser visible, o no, dependiendo de la ubicación del hemangioma. Podría haber hemorragias e infección.

Last Updated 01/2025

Reviewed By Kiersten Ricci, MD