¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
El reflujo gastroesofágico (Gastroesophageal reflux, GER) es una afección que se produce cuando el contenido del estómago refluye o sube al esófago. El esófago es el conducto que conecta la boca con el estómago. El reflujo puede producirse durante o después de una comida.
En algunos niños, el contenido del estómago sube, y se dirige hacia la boca y es deglutido nuevamente. La enfermedad de reflujo gastroesofágico (Gastroesophageal reflux disease, GERD) sucede cuando el reflujo de los contenidos del estómago causa complicaciones u otros síntomas. Las complicaciones incluyen pérdida de peso o aumento de peso inadecuado, irritabilidad, rechazo a la alimentación, voz ronca, neumonías de repetición, tos, sibilancias y dificultad para respirar o tragar.
Incidencia del reflujo gastroesofágico
El RGE es común en los primeros meses de vida. Solo un pequeño número de bebés sigue teniendo reflujo gastroesofágico al crecer. Se recomienda llevar a cabo evaluaciones con un médico a todas las personas que continúen presentando síntomas de RGE.
Causas del reflujo gastroesofágico
Hay un anillo de tejido muscular en la parte inferior del esófago que se abre y se cierra. Esto permite que la comida ingrese al estómago. A este anillo se lo conoce como esfínter esofágico inferior (lower esophageal sphincter, LES). El reflujo ocurre cuando el LES se abre. En ese momento, parte del contenido del estómago y el ácido regresan e ingresan al esófago. Casi todos los niños y adultos tienen reflujo, pero ni siquiera lo notan.
Cuando dicho contenido regresa rápidamente al estómago, no causa ningún daño en el esófago. En algunos niños, el reflujo ocurre con frecuencia y no desaparece. Esto puede causar daños en el revestimiento del esófago. Cuando dicho contenido ingresa en la parte posterior de la boca o en las vías respiratorias, el niño/la niña puede presentar voz ronca o raspada, o tos crónica.
Diagnóstico de reflujo gastroesofágico
Su médico o enfermero(a) hablará con usted acerca de los síntomas de su hijo(a), le realizará un examen físico y puede recomendar la realización de algunas pruebas para determinar si el reflujo es la causa de los síntomas. Algunas veces, puede comenzarse con el tratamiento sin necesidad de llevar a cabo ninguna prueba.
Radiografías del tubo gastrointestinal superior (The Upper GI Series X-Ray)
Se ingiere bario (Barium) (una bebida espesa y blanquecina, color tiza) y las radiografías muestran la forma del esófago y el estómago. Esta prueba puede detectar una hernia de hiato, algún bloqueo u otro problema que podría asemejarse al reflujo.
Endoscopia
Luego de administrarle un medicamento al paciente para que se duerma, se coloca un pequeño tubo flexible que contiene una cámara por la boca, y se lo dirige hacia el esófago y el estómago. Se puede observar el revestimiento del esófago, el estómago y el intestino delgado. Pueden tomarse biopsias (pequeños fragmentos del revestimiento). Las biopsias pueden examinarse con un microscopio para detectar inflamaciones y otros problemas.
Monitoreo del pH esofágico
Por la nariz, se coloca una sonda delgada y liviana que contiene un sensor de ácido y se la dirige hacia la parte inferior del esófago. Esta sonda detecta y registra la cantidad de ácido estomacal que regresa hacia el esófago cuando el (la) niño(a) tiene síntomas como llantos, arqueamiento o tos.
Tratamiento del reflujo gastroesofágico
El tratamiento de esta afección depende de los síntomas y la edad del (de la) niño(a). Cuando un(a) niño(a) niña o un(a) adolescente siente malestar o tiene dificultad para dormir, comer o crecer, el médico o enfermero podría recomendar un período de prueba con medicamentos. Los medicamentos que se usan para tratar el reflujo tienen el objetivo de reducir la cantidad de ácido producido por el estómago.
Si el (la) niño(a) continúa con síntomas a pesar del tratamiento inicial, su médico o enfermero(a) podría sugerirle alguna de las pruebas mencionadas para poder encontrar el tratamiento más adecuado. Las cirugías para el reflujo gastroesofágico son poco frecuentes en niños.
El médico o enfermero(a) de su hijo(a) puede hablar con usted acerca de las diferentes opciones de tratamiento para ayudar a su hijo(a) a sentirse bien nuevamente.
