Problemas a la hora de acostarse y con el sueño
Si usted o su hijo(a) están afrontando cualquiera de la siguientes inquietudes, su hijo(a) podría tener un trastorno del sueño:
- Pasa “demasiado” tiempo ayudando a su hijo(a) a dormirse por la noche
- Su hijo(a) se despierta con frecuencia por la noche
- Está perdiendo el sueño (y la paciencia) por los problemas de sueño de su hijo(a)
- Su relación con su hijo(a) está empezando a sufrir por la falta de sueño
Es importante entender los problemas de sueño de su hijo(a) y dar pasos para mejorarlo. Las estrategias de comportamiento suelen ser eficaces en el tratamiento de los trastornos del sueño más comunes en la infancia. En la mayoría de los casos, los problemas de sueño mejoran en días a semanas. Es importante identificar el problema de sueño de su hijo(a) para que se pueda usar el mejor tratamiento para ayudarlos a usted y a su hijo(a) a dormir bien por la noche.
Problemas comunes con el sueño de niños más pequeños
Trastorno de asociación del inicio del sueño
El trastorno de asociación del inicio del sueño se da cuando su hijo(a) conecta estrechamente su capacidad para dormirse con algo en el entorno (como que lo/la sostengan sus padres, meciéndolo(a) hasta que se duerme, la lactancia, beber o comer a la hora de acostarse, ver televisión o incluso dormir en la cama de los padres o un hermano). Cuando este “algo en el entorno” está ausente, su hijo(a) no se puede dormir. Todos nos despertamos brevemente algunas veces durante la noche, pero por lo general no somos conscientes de que nos despertamos porque volvemos a dormirnos muy rápidamente. En el caso de los niños con trastorno de asociación del inicio del sueño, cuando se despiertan por la noche no pueden volver a dormirse porque no está presente ese “algo en el entorno”. Si su hijo(a) solo puede dormirse con ayuda del padre o la madre pero le cuesta volver a dormirse al despertarse por la noche, es probable que tenga un problema de asociación del inicio del sueño.
Trastorno de comer/beber por la noche
El trastorno de comer/beber por la noche es más común entre niños pequeños y bebés e implica la necesidad de alimentarse “en exceso” durante la noche (por lo general amamantando o con un biberón) para que el niño se duerma o se vuelva a dormir. Para los bebés, alimentarse durante la noche es una parte normal del desarrollo. Sin embargo, para los 5 o 6 meses de edad, la mayoría de los niños no bebe más de 8 onzas de líquido por la noche (o amamantan más de una o dos veces).
Trastorno del sueño por establecimiento de límites
El trastorno del sueño por establecimiento de límites es más común en niños que caminan, entienden las instrucciones básicas y pueden decirle lo que desean/necesitan (típicamente, después de los 2 años de edad). Con los problemas de fijar límites, los niños se niegan a acostarse, o lo retrasan (por ejemplo, “tengo que ir al baño, a tomar agua, un abrazo más, tengo que contarte algo muy, muy importante, etc.). Hacen que sea difícil para el padre o la madre abandonar su habitación sin que el niño se levante. Los intentos por hacer que vuelva a la cama pueden tener como resultado arrebatos de comportamiento (como llantos, gritos, destrucción de cosas o agresividad).
Tratamiento para los problemas a la hora de acostarse
- Una rutina de sueño consistente es útil para tratar y/o prevenir los trastornos del sueño más comunes en la infancia. Las rutinas que combinan actividades previas al sueño y un entorno libre de estímulos excesivos o actividades que lo distraigan son lo mejor para su hijo(a).
- Pasar tiempo con su hijo(a) antes de acostarse cada noche es una parte fundamental del ritual de irse a la cama. No reemplace el tiempo personal con televisión o videos. Las interacciones positivas entre padres e hijos antes de acostarse calman a los niños y hacen que se sientan cómodos con la transición a la cama.
- Para los niños con un problema de asociación del inicio del sueño, es importante una rutina para la hora de acostarse que ayude a que se duerman solos. Puede usar la misma rutina cada vez que su hijo(a) deba dormir, incluidas las siestas.
- Cree un entorno para la hora de acostarse que no requiera una respuesta suya. Algunas sugerencias son poner música, una veladora o darle objetos de confort.
- Evite que su hijo(a) se duerma en sus brazos o mientras lo/la mece. Póngalo(a) en su cama antes de que se duerma.
- Para los niños pequeños que todavía duermen siestas, lo más fácil puede ser empezar el proceso de reaprendizaje por la noche.
- Es de esperar que su hijo(a) llore al principio de este proceso.
- Usted no está abandonando a su hijo(a) si ignora una molestia leve por períodos establecidos. Al dejar que su hijo(a) tenga períodos cada vez más largos solo(a) en la cama, seguidos por breves ánimos y seguridad, su hijo(a) puede aprender a dormirse sin que usted esté presente.
- Lleve a su hijo(a) despierto(a) o somnoliento(a) a su cama después de completar una rutina tranquila y calmante para la hora de acostarse.
- Dígale buenas noches y salga de la habitación. Puede mantener la puerta abierta para que entre algo de luz tenue en la habitación, o usar una veladora.
- Si su hijo(a) comienza a llorar y sigue llorando después de algunos minutos, vuelva a la habitación y dígale algunas palabras reconfortantes o tóquelo(a) suavemente (poniéndole la mano en la espalda o el abdomen). No recoja a su hijo(a), encienda las luces ni responda a sus pedidos (por ejemplo, otro cuento antes de dormir). No se queden en la habitación más que uno o dos minutos. Repita este proceso, extendiendo el tiempo que da a su hijo(a) para dormirse solo(a) (por ejemplo, 2 minutos, luego 5 minutos, luego 10 minutos, luego 15 minutos). Aumente el tiempo que pasa fuera de la habitación en incrementos de cinco minutos para ayudar a su hijo(a) a sentirse lentamente más cómodo(a) estando solo(a) en su cama.
- En las siguientes noches, aumente los intervalos de tiempo que da para que su hijo(a) se calme. Por ejemplo, la segunda noche empiece a los 5 minutos y la tercera a los 10.
- Las primeras noches van a ser las más difíciles para usted y su hijo(a), mientras aprenden esta nueva rutina. El tiempo que pase lejos de su hijo(a) si está angustiado(a) puede ser muy difícil para usted. Sin embargo, es importante recordar que le está enseñando una habilidad muy importante para el desarrollo: dormirse solo(a).
- Si puede usar este enfoque de modo consistente en noches consecutivas, es probable que vea resultados en 5 a 10 días.
- Si su hijo(a) se enferma o hay algún otro evento que interfiera con este proceso, es probable que tenga que empezar de cero nuevamente.
- Si siente que ha sido consistente con este enfoque por dos semanas y no ve los resultados, considere la posibilidad de llevar a su hijo(a) a evaluar por otro trastorno del sueño subyacente.
- Para un niño con problemas de alimentación por la noche, es importante que deje paulatinamente este hábito, reduciendo la cantidad de veces que se alimenta por la noche (por ejemplo, aumentando el tiempo entre una y otra vez). Podría ser de ayuda establecer intervalos de tiempo definidos para ofrecerle el biberón (por ejemplo, cada dos horas) y aumentar lentamente el intervalo hasta que deje de ofrecerle el biberón por la noche. Si su hijo(a) se despierta y da señales de hambre antes del horario que usted estableció para comer/beber, transmítale seguridad y dele la oportunidad de volver a dormirse sin darle comida/bebida. (Vea más arriba los lineamientos para ayudar a su hijo(a) a calmarse y dormirse solo(a)).
- Para un niño con problemas de límites a la hora de acostarse, es importante tener una rutina consistente para la hora de acostarse y límites claramente definidos en cuanto al comportamiento a la hora de acostarse. Céntrese en tener un ritual relajante antes del sueño cada noche; sin embargo, la transición a la cama podría requerir un enfoque más “objetivo”. Una respuesta firme y consistente a los retrasos de su hijo(a) a la hora de acostarse evitará que usted refuerce sin querer los comportamientos de retraso de su hijo(a). Es importante fijar límites durante el día y durante la noche. Puede ser de utilidad crear un sistema de refuerzo de comportamientos que ofrezca incentivos para su hijo(a) por colaborar a la hora de acostarse y permanecer en la cama durante toda la noche.